Hola amigos, aquí os dejo una foto del «Bosque encantado». Hemos comenzado el año saliendo al monte y qué bonito lugar escogimos para tomar energías para seguir con las presentaciones de mi libro «Sangre en el camino», os dejo un poco del mismo.
Las primeras luces del alba iluminaban la rue de la Citadelle. Al fondo, las siluetas altivas de las montañas del pre-pirineo parecía que les estaban retando. Se mostraban orgullosas, radiantes, sabedoras de que tras ellas se escondían agazapadas las verdaderas montañas, de una dificultad aún mayor, esperando con su altura a los confiados peregrinos. ¿Pasarían? Sí, pero dejarían el sudor y el esfuerzo en ello. El paso del collado de Lepoeder, a mil cuatrocientos treinta metros de altitud, era el escollo principal de la jornada.
Hasta pronto.
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